domingo, 3 de mayo de 2009

Estrategias

Este relato fue seleccionado para ser leído en el marco del IV Congreso Argentino de Go

Le agradezco profundamente a los organizadores por la oportunidad (me dieron un lindo diploma en el salón Centenario del Jardín Japonés luego de leerlo ante la audiencia).
Uno podía elegir leerlo por si mismo o bien que lo haga un actor. Elegí leerlo por mí mismo. Cuando un actor leyó el primer cuento, me sentí intimidado; sin embargo cuando me tocó el turno, avancé a paso aikidoka marcial y tomé el toro por las astas.

Este cuento es el resultado de una extraña mezcla del taller Máquinas y Monos de la revista Axxón, donde la consigna era escribir sin adjetivos ni adverbios (qué mejor que una historia de samurais) y la inspiración que me dio la convocatoria mencionada.

Tengo que agradecerle a Laura Ponce por las valiosas sugerencias que le hizo al original y que dio como resultado el cuento seleccionado, además de eso asistió al evento y me alcanzó las fabulosas revistas SENSACION! y PROXIMA.

Espero en breve tener algunas fotos para colgar de este evento.

He aquí el cuento:

Estrategias

Miyamoto Mushashi miró al mensajero. Con un gesto le indicó que hablara luego de señalarle a su adversario el tablero del go. Era su turno.

Su sobrino Saîto fue raptado ―dijo resoplando e inclinándose.

¿Qué quieren? ―preguntó mirando nuevamente el juego, sin inmutarse.

Que vaya a rescatarlo ―respondió en un susurro―. Quieren su vida por la de él.

¿Cuándo y dónde? ―preguntó y crispó la mano en el puño del katana.

Esta noche en el claro del bosque ―dijo, y se apartó un poco al ver el gesto del samuraî.

Ve y diles que iré ―respondió soltando el arma.

El mensajero saludó y partió corriendo. Saîto atrapado por los ninjas, pensó mirando a su oponente a quien saludó ceremoniosamente antes de levantarse. Caminó hasta la arena. Con el dedo dibujó un cuadriculado de siete por siete y puso dos guijarros blancos, uno en la esquina y otro más en la intersección que le seguía. Luego puso en cada cruce cuatro negros acorralándolos. Su adversario lo vio de lejos agachado, mirando el suelo. Él pensó un largo rato, de pronto sonrió y partió a paso calmado a prepararse.

La luna llena iluminaba el bosque. Mushashi caminó hasta ver a Saîto atado a un cerezo con las manos amarradas hacia atrás. Desenfundó el katana y miró con cuidado pero no pudo distinguir a ningún enemigo. Si trataba de desatarlo, debería guardar su arma y los matarían. Eso si podía acercársele sin ser antes rodeado.

Corrió hasta su sobrino y sin dudar le cortó la garganta, y armó la guardia delante de Saîto, quien se desangraba sostenido por sus ataduras. Los ninjas desconcertados salieron de su escondite y lo atacaron. Silbó el katana y Miyamoto le rebaño el cráneo a uno, con el mismo impulso giró y le abrió el vientre a otro, de donde cayeron humeantes los intestinos. Un tercero lo atacó de atrás; Miyamoto se arrodilló y girando le clavó el katana en el abdomen. Con un grito liberó el arma y cortó de abajo hacia arriba en un círculo letal a otro que saltó a su lado con el sable en alto. Se paró, limpió la sangre del katana sacudiéndolo, caminó por el bosque hasta estar seguro de estar solo y envainó de espaldas a un árbol, pidiéndole a los dioses que le hagan comprender a su hermana la muerte de su hijo. Caminó hasta el cerezo, desató el cadáver, lo envolvió con su capa y lo cargó emprendiendo el camino de regreso.


En la arena, bajo la luna, el tablero de siete por siete tenía dibujado otra retícula pegada a la anterior; cinco guijarros habían sido quitados y en lo que era ahora casi el centro quedaba uno, blanco.

Mushasi dejó con cuidado el cuerpo de Saîto en el suelo. Tomó las piedras que yacían al lado del improvisado tablero de go. Cabizbajo las tiró una por una al estanque que le pareció una mancha de sangre negra, tan negra como la derramada en el bosque por el efecto de la luz de la luna, y pensó en el juego que había dejado pendiente; en aquel no podía agrandar el tablero.


3 comentarios:

  1. Buen relato, esos son los problemas del juego.Me encanta el GO

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  2. >Tengo que agradecerle a Laura Ponce por las valiosas sugerencias que le hizo al original y que dio como resultado el cuento seleccionado, además de eso asistió al evento y me alcanzó las fabulosas revistas SENSACION! y PROXIMA.

    El gusto fue todo mio. Disfruté mucho del evento y de compartirlo con vos y con tu hermosa familia. :-)

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  3. Es como esos cuantos orientales que te invitan a la reflexión. Tuvo que ser emocionante trasmitir a los demás de viva voz lo que tu obra te hace sentir.
    Saludos.

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